NOTA DEL ÁNGEL ROMÁN

Y en ese día se separarán dos monstruos, una hembra llamada Leviatán, que morará en el abismo sobre donde manan las aguas, y un macho llamado Behemot, y ocupará con sus pechos un desierto inmenso llamado Dandain

El Recado de C.C.

11 de abril de 2010

The Mission




El aire tiene el olor a llanta quemada, estoy en la mejor carrera de esta vida, mi ejército es un Dodge Charger SRT8, en una calle del centro de la ciudad, la fuerza policial esta empezando a cargarse. La sangre hierve y estoy pensando diferente, mi perseguidor esta siguiendo mí rastro.

Piso al acelerador lo más al fondo que puedo, el motor está dando todo y empieza a desgastarse, hay un ruido que no me gusta nada como suena, al dar vuelta, un retén policial, doy reversa y estoy en el camino otra vez, en esté momento soy imparable, pero mi cazador esta siguiéndome sus pasos, un Shelby GT500 ’69. Estoy dando todo pero ya no puedo.

Ya no hay nadie después de cinco kilómetros, estoy mejor ahora en un callejón, cuando creo que la bruma se disipó, la carga policial esta justo detrás de mí y el Shelby esta justo enfrente no dejándome ir ni ver. Baja el hombre y me dice que huya, que este no es el momento, mañana será otro día, mañana ya se verá. Me deja ir y acelero a todo.

Llego a mi guarida, cerca de un astillero, caigo sobre mi cama y trato de dormir, pero tanta excitación ya me tiene exhausto, duermo y veo que mi viejo Roadrunner ‘71 ya ha sido repintado, ahora de color verde, estoy sorprendido ya que una persona en este mundo puede pintarlo de ese color. Tengo que descansar ya ha pasado lo peor, mañana tengo que estar lejos, regresar a este lugar después de que pase mucho tiempo.

8 de marzo de 2010

La Reina Blanca

En los tiempos actuales
un hombre vio en un sueño a una mujer
que lo complacía en lo que quisiera,
si lo pedía en sus sueños en la vida real lo tenía.

Hasta que la mujer le pidió el pago de tales destrezas

El no tenía con que pagar,
no quería dar su alma ni nada que le perteneciera

La mujer que comprendía la desdicha de pagar
le pidió que fuera a lo más al norte que pudiera ir.

El no tuvo otra opción y viajó al norte

Antes de partir,
durmió y le pregunto a la mujer
si en realidad existía,
pueda estar en vida frente a él

Ella le respondió que puede,
pero al pedir eso no tendría más compañía
que ella, la luna, las estrellas, el agua
y toda especie que habite los eternos hielos del norte.

El aceptó.

Al amanecer despertó,
sintió una fría brisa y
comprendió que ya no tenía
casi a nadie.

Vio por su ventana
y solo podría ver la bruma
del frío puerto y los oxidados buques

Salió de su habitación
con solo una mochila grande
donde metió chamarras,
una casa de campaña, comida enlatada
y su última esperanza ya agonizando.

Caminó cuesta abajo,
donde se sitúan los olvidados muelles,
en el último está su frío buque
con el mástil lleno de oxido y demás cosas.

Al subir,
pensó que la mujer ya nunca iba a aparecer
y tomó una siesta donde pensaba
que podría darle una respuesta.

Despertó
no soñó nada,
no vio a su dulce reina de piel blanca
y cabello parecido a la aurora.




Con el ánimo deshecho,
bajó del buque con su gran mochila
pensando que era una ilusión demasiado real.

Al bajar el último escalón
una tibia presencia lo tomó del hombro,
se dio vuelta y era su reina de piel blanca
que solo existía en sus fríos sueños.

Su señora blanca
le pidió que subiera al buque,
el viaje empezará,
su demora se debió
a que su padre no quería dejarla ir,
así que ella escapó y
cruzo la fría puerta que divide
los sueños de la realidad.

El buque sube las anclas
ya con restos de coral,

Su reina le menciona
que a su regreso el ya podrá librase de ella
y pagado lo que deseaba.

Entonces sus ojos oscuros se entristecieron
y quería pagar la deuda
pero los ángeles del cielo y
los perversos demonios del mar,
no dejarían que una reina pagará
la deuda de un mortal.

Al igual se entristecieron los ojos del joven explorador,
solo contemplando el frío mar,
quiere llamarla por su nombre
pero los mortales no saben el verdadero nombre de una diosa.

24 de febrero de 2010

"Es más digno que los hombres aprendan a morir que a matar."

NUEVO BLOG:

http://mateschitz.wordpress.com/

"Los soles se ocultan y pueden aparecer de nuevo pero cuando nuestra efímera luz se esconde, la noche es para siempre y el sueño, eterno."
  • Epitafio de Cayo Valerio Catulo

Velas para Nuestra Señora de la Muerte, Vela Escarlata

No derramen por ella la lágrima amarga,
Ni den el corazón al pesar inútil;
Del féretro que yace aquí,
La gema que contiene, resplandece aún.

20 de febrero de 2010

上海美術館 (happy birthday) EP




  1. 生日
  2. Cena en el Jardín de Rosas
  3. Piezas de Museo
  4. 血液 (Birth Defect)
  5. RMX
  6. Sopla las Velas y Pide un Deseo
EP para celabrar el primer año del blog (Prox. Descarga)

12 de febrero de 2010

EfficientDynamics

París 6 de junio de 1996

Mis saludos:

La voz se quiebra después de las dos de la tarde, escribo esta carta hacía la mujer que algún día conocí, me dejo un pedazo de carne en el refrigerador junto con sus huesos de ébano.

Esta carta ya no es necesaria, de nuevo la leerás con los ojos cerrados y tus pulmones se llenarán con el veneno de la fragancia despedida de esta hoja, tus oídos se contaminarán con el asqueroso sonido de una caja de música.

Esta carta no es una guerra mundial, es una droga capaz de acabar con mi obsesión, espero ver tus ojos oscuros como los de la más profunda oscuridad, y este tedio de espera es mortal, solo espero estar amarrado de la arma química que desfragmentará el fuego que alguna vez fui consumido y hundido.

Tienes razón, esto es una carta de amor, ahora mismo te amenazo de muerte y sabes de que soy capaz, se que el camino a tu casa no es tan largo e iré con el paso lento, me postraré en tu porche y miraré al mar. Pensabas que habías terminado pero solo has empezado a lidiar conmigo, recuérdame mi cariño, es largo el camino y más tediosa será la desesperación

Se que puedo encontrar paz y armonía, pero no será en esta vida. No en esta vida.

¿Era en verdad aquello tan bueno?
¿Era en verdad aquello algo mejor?

Me despido desde este sucio sótano de algún edificio
Tú siniestro hombre

Rock'n'Roll Suicide

“La muerte de uno es una tragedia, la muerte de millones es sólo una estadística” - Stalin

Son ya las tres de la mañana y aún sigo aquí en el sucio kiosco de un lugar que ya no vale la pena mencionar, el pasto ya ha crecido hasta mis rodillas y la hiedra ya ha devorado el concreto. Solo me queda la siniestra aura que deja la tormenta, los pocos rayos de luz son relámpagos lejanos y una lámpara que erguida entre los árboles empieza a morir,

Las gotas sucias de lodo resbalan sobre el roído tejado y estallan en el cementerio de mis zapatos, y así empiezo a novelar en letras con tinta de alcohol y alquitrán, y a escribir sobre mil pedazos de cartón, la historia que para mí acaba en esta noche que se empieza a agriar…

Enciendo un cigarrillo y empiezo a recordar, las memorias se convierten en mercurio, claros, pero se rompen al tratar de tocarlos. Las mujeres de verano ahora son gotas que bailan en mi mente como la leche al tirarse en la escalera de una mansión. Una de esas gotas cayó en mi frente y era Marlén, la mujer de cabellos parecidos a la cerveza más oscura. La conocí a finales de junio en el verano más tenebroso que pasó sobre mi sombrero, tropezó contra mí, quién diría que así iba a ser. Esos tres meses, tropiezo tras tropiezo, hasta llegar al más hermoso otoño, donde por amor ella me dejó para irse con un pescadero, tal vez era lo mejor ya que ambos olían igual. Más gotas se añaden, algunas las pude ver mejor, como a Carmen, la mujer de un cabaret; Eva y sus uñas de porcelana; Leonora, a la que le gustaba usar perfumes franceses; a Cassandra, que le gustaba bailar tango, y así una y otra vez empezaban a aparecer las que he conocido.

Ya se ha acabado mi familia, mis padres hace tiempo que murieron de un ataque de corazón. No he tenido esposa, ni hijos. He estado solo la mayor parte de mi vida. La experiencia de los años, me ha enseñado que ahora ya nada me puede hacer daño, ya he sufrido lo suficiente en casi cuarenta años y saboreado las delicias letales que por fortuna no me han matado. He bebido bien pero en algo que no soy bueno: los detalles y la delicadeza. El único de mis amores lo había perdido en mí último verano del amor, el que añoro cada vez al navegar en la miseria, La lluvia disfraza mis lágrimas de champagne, para celebrar que no estoy solo sino en la soledad; me acompañan esos recuerdos y la fe de una perra que me había prometido serme fiel.

El detalle de mi último amor se esfumó. Ahora es un recuerdo lleno de bruma y de estrellas grises. A ella la conocí en el balcón de un hotel de París, un edificio bombardeado, pero hermoso, lleno de flores silvestres post estallido. Ella fumaba sentada en una maleta de cuero ya rasgada por la edad, yo estaba del otro lado tomando un poco de licor de la boca de la botella, intentando olvidarme de mi mismo una vez. “Oye, tú, ¿De dónde eres?” ella me gritó, yo le dije que de un viejo lugar olvidado ya por el mar cerca de Guijón, ella me preguntó dónde era eso, yo solo le dije que muy lejos de aquí, un lugar que no vale la pena mencionar. Solo se encogió de hombros y me mandó una nota escrita con labial y sal. Decía 304, el cuarto junto al mío, la volteé a ver y movió sus labios diciendo ven. Yo caminé un poco mareado por el alcohol y dando tumbos por el pasillo hasta llegar hasta su puerta, yo toqué y ella abrió, estaba sola con los vidrios rotos y la cama desordenada con manchas de vino, ella sonrió y me dijo que pasara y me sentara, vi una almohada y me deje caer allí cerca del balcón para ver que tipo de vista tenía. Ella se sentó en frente de mí y me dijo que estaba allí por que no sabía a donde ir, llegó a París por casualidad, en realidad quería llegar a Lyon pero estaba demasiado lejos y decidió quedarse aquí un tiempo. No se habrá sido el licor, la luz del sol o sus ojos hermosos de zafiro o los labios de rubí; pero en ese momento se acercaron poco a poco mis labios con los suyos y ocurrió lo que no quería que pasara, terminamos desnudos sobre el balcón, cobijados por las sábanas blancas. Después pasaron muchos otros días paseando debajo de los rayos del sol y la hierba verde, recorrimos varios kilómetros juntos, desde París a Le Mans y de Lourdes hasta Santiago, el día fatal ocurrió después de seis meses de hermosa relación, ella conoció a un hombre y yo a otra mujer, decidimos separarnos y sernos fieles aunque sea a distancia y con otras personas, aceptamos, pero ya no vale la pena recordar lo siguiente solo fue una espiral hasta llegar al más oscuro fondo.

Enciendo otro cigarrillo y ya empieza a caer más agua del cielo, ahora el viento arrastra con furia la basura y trata con odio a la hierba, las gotas son cada vez más grandes, tengo miedo que valla a granizar ya que creo que este techo no va aguantar más, la fría brisa violenta hace que se me congele la cara, el techo se empieza a venir abajo, y un rayo cae a un lado de mí, yo no aguanto más, solo desesperación y miedo se apodera de mi alma que cada vez se hace más gris.

El miedo ahora se apodera de sangre y empieza a salir por pequeños agujeros en mis arterias, el terror de haber estado presente en la muerte de miles de personas, sus cerebros al verlos estallar y su cuerpo siendo descascarado, sus gritos igual que un animal al morir de la manera más cruel, los cadáveres amontonados en las iglesias y las marcas en la piel para saber quien era el enfermo. Los gobernadores exterminándolos como en una imagen del holocausto o los genocidios chinos, solo a los infectados, destruyendo ciudades enteras para erradicar todo rastro pero es inútil todo esfuerzo. Los periódicos hablan de ello pero con una fuerte censura solo te das cuenta cuando lo has visto y has viajado como yo he tratado de hacerlo.

Las casas alrededor de este viejo parque están abandonadas y no se que ocurrió para que esta parte del mundo este tan abandonada, tal vez fue un holocausto nuclear o una bacteria fulminante para ser sincero no se por que ocurre esto, solo sé que yo soy el único en kilómetros a la redonda, en soledad.

Me di cuanta de todo al llegar a Madrid, había una bruma verdosa y siniestra, personas tosiendo y con la carne ya podrida, caminando hacía el hospital donde ya no podrían hacer nada sino solo darles una inyección que les podría prolongar la vida solo unas dos horas sin más dolor, yo caminaba y los niños enfermos estaban tirados sobre las banquetas y las ventanas tenían una marca roja, tal vez para que no murieran sus primogénitos o decir que esa casa ya era un foco de infección. Al llegar a una avenida se podían ver los cuerpos ya sin vida de muchas personas: niños, mujeres jóvenes, ancianos; solo me pude dar la vuelta para no vomitar por el hedor de los enfermos y de los muertos. Ese día quise rezar pero la iglesia estaba tan llena de personas haciendo las paces con la fe y llena de veladoras, mejor la abandone y camino hasta el edificio cercano, al entrar el aire se hizo pesado y denso, al subir las escaleras había una anciana llorando la muerte de su nieto, me vio y me pidió por piedad que la matara ya que no quería seguir viviendo, solo le di un disparo en la cabeza y seguí subiendo hasta la azotea donde tome una de mis cobijas y me dispuse a dormir en esta extraña noche viciada.

Salí de la ciudad a las 09:51 de la mañana con dirección a ninguna parte, ya no veía los autos y los camiones en la carretera, las personas solo se quedaban en su casa mirando por las ventanas, los animales actuaban como si nada hubiese pasado, aunque algunos con partes de su carne podrida pero aún así no sentían miedo y uno me siguió hasta llegar al siguiente pueblo. El pasto estaba muy crecido y las flores se veían más hermosas, tal vez era el rohipnol, pero fue lo más hermoso que había visto en muchos años viajando, me sentí como si el Edén bajará otra vez a la tierra.

Caminé hasta llegar la tarde, la luz del sol quemaba mis ojos y mi piel, el cielo se hacía más azul al avanzar en el camino, al llegar a este pueblo, estaba totalmente abandonado solo con los focos prendidos y las televisiones sin alguna señal de antena. Me dispuse a buscar algo de comida, solo ensalada de un viejo refrigerador y una lata de café no indagué más ya que no quería encontrar algo que me quitara el hambre. Los edificios estaban siendo devorados por la hiedra, el perro se aparto de mi lado y se echó en la avenida, los demás animales estaban al acecho para cazar otros más pequeños, la vida seguía continuando sin la humanidad. Y estando en contacto casi puro con la naturaleza con una sonrisa que ya tenía tiempo que no hacía y embriagado por el amor y no por el alcohol. Esto para mí no ha hecho más que empezar, eso dije hace tres días de lo cual creo que fue una equivocación.

Abandono el parque y me hecho andar debajo de la perversa luz lunar que quema las úlceras de mi padecer, cada vez con más hambre y sueño que no logro conseguir. Los perros aúllan al verme tocar las puertas de las casas al tratar de conseguir alimento para continuar existiendo un poco más, solo encuentro leche agria, latas de comida y cuerpos en descomposición, algo que le quitaría el apetito al más sucio y desesperado animal. Solo se muere una vez y creo que en esta estoy agonizando, si esto no es la muerte se ha de parecer. El fin del mundo y la tormenta me han hecho desaparecer el asco que le tenía a la humanidad.

La tormenta ha pasado, ahora el cielo vuelve con aparente calma, puedo ver algunas estrellas y solo escurre el agua que cayó, enciendo una pequeña fogata y pongo un trasto con café al fuego, también pongo algo de comida en latas que encontré en una casa y me dispongo a cenar, mi reloj pone las tres y media de la mañana mientras como frijoles y algo de carne seca. Tomo el último sorbo de café y enciendo un cigarrillo y recuerdo por que fue una equivocación decir que esto no ha hecho más que empezar. Ahora estoy en la más pura soledad, como los ermitaños en las montañas o los vagabundos en las calles, los edificios solo se ríen de mí como hienas antes de devorarme.

La calle empieza arder con los deseos de desaparecerme, ya no puedo continuar así, solo imaginar que estaré así durante otros treinta años solo moviéndome de lugar a lugar buscando alimento y comer bayas, no es para mí el mejor futuro, mi aliento se empieza ha hacer agrio, mi carne más pálida y el alma ya es completamente gris. Ahora empiezo a desesperarme, la hoguera empieza arder cada vez más, tomo una botella con gasolina y la lanzo al fuego, tomo otro galón y empiezo a esparcirlo por el lugar, los perros empiezan a aullar y escucho el cantar de un gallo, tomo otro galón y lo propago por todo el parque y dejo que todo este húmedo con el dulce olor de la gasolina; tomo un cerillo y empiezo a la combustión, las llamas van corriendo rápido sobre todo el parque, la hierba les sirve como combustible para durar más tiempo. Ahora parece un paisaje infernal y el viejo quiosco resiste con gallardía, el fuego consume la hiedra, el pasto y empieza a quemar el concreto, ya todo la escenografía esta lista para mi más puro final, tomo una pistola que cargaba en mi mochila y pongo dentro una última bala, la meto a mi boca y me dejo llevar.

Antes de dar el último adiós, quiero decir que este penúltimo viaje hace tiempo tenía que haberse acabado, y mi vida tenía que haber sido desplomada, así que hasta nunca…

5 de enero de 2010

Queridos Reyes Magos:

Quiero:

Un Lamborghini Gallardo Superlegeera Negro
Estar mas tiempo con Don Boni
La presentación oficial de Vampiros e Hypernova
La esperada gira mundial "BUSHIDO"
Colaboraciones con otros autores
Paz Mundial
Y la publicación de un trabajo en Asturias

Gracias mis Super Reyes