Entras amenazante a mi jardín,
con olor a anís, con tu regadera
con agua de montañas ciegas,
y entras al jardín del amor.
Dime de todas estas flores,
alcatraces, rosas y orquideas,
cual es tu preferida
para tu despedida.
Me dices que es la rosa,
con olor, a tu deseo ya fallecido,
pierdo el sentido y ya ha amanecido,
tu alli en el suelo podrido.
Con tu color palido te me antojas,
y caen rotas las hojas,
de aquella rosa y sonrojas
con las caricias que hago en tu boca.
Una buena despedida
para esta visita que termina.
cuando trato de entender
que no hay salida.
Te me encarnas como hoja
a mi entrepierna,
y tratas de florecer
pero ya se ha acabado.
Te preferí entre todas,
y te doy partida por el portón
que no es una salida,
ya que siempre estarás conmigo.
Muchas gracias, mi niña
muchas gracias, y te digo adios
fue un gusto haberte conocido
y de entre todas te he escogido.
...me ofreces tu bendición y tu amor tierno; no entiendes que yo ya no soy yo cuando entras en mi mente y me pones a sentir. Buscame ahí en tu jardín...
ResponderEliminarEstrella de mar,
ResponderEliminarmirarte a los ojos es nadar,
nadar en un mar más frío que el hielo
el mar junto al cual yo fui a nacer,
mi estrella fugaz...