I: En Fuego te Quemes, en Fuego seas Quemado
Caminado, va él,
con la voz seca recordando canciones tormentosas
que oyó hace tiempo
en una habitación de hotel.
Con la luna en sus hombros y la tristeza en el corazón;
con el cabello gris, dientes amarillos y olor a ron
dan la seguridad que su fin empezará hoy.
Creyendo que ya no hay luna,
pensando que ya no hay luz
Observando que hay terror
Saboreando aquel amor
Con el fin, de apagar su sed
se dirige a un pobre hotel,
con la espalda desnuda, se recuesta en la cama,
con la voz cortada por navajas empieza a gritar.
Aquella mujer era su amante,
una desgraciada que no le enseñó más,
que el amor por perder,
sería más horrible para él.
Era el amor de su vida, hasta que ella,
le destrozó el corazón y se llevo consigo el sol
y le dejó la luna en sus hombros,
y le arrojó el ron para que ardiera con él.
Ardió y muy mal fue a parar,
aquella reina blanca le arrebató
el color negro y le dejo el gris en sus cabellos
Caminando, se fue él,
con la sal del mar en sus ojos,
que no salían hace tiempo
y que sabían a miel.
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